domingo, 3 de septiembre de 2017

26. Los híbridos




Los seres híbridos son entrañables. Ese aspecto que tienen de estar sin terminar o de haberse confundido al hacerse, y a la vez estar formados de dos seres, me atrapa. Me da en pensar. Por ejemplo, que empezaron como un individuo de una especie determinada y acabaron siendo otro individuo de una clase diferente. ¿Qué mantendrán de la primera y cuánto de la segunda? Ninguna de las dos es la definitiva, sino una tercera, la que les ha configurado como seres de dos mundos. En el espectro de los seres fantásticos abundan. Dibujantes, pintores, grabadores, amanuenses, artistas de las cavernas...los han modelado a su aire imaginativo. Pero ¿quién puede pensar a estas alturas que los híbridos, la doble o triple personalidad, los que se crecen en dimensiones sorprendentes, los que crían heterónimos, no existen en la vida real? Yo conozco algunos: apariencia normal, simpatía en unos, huida en otros, pero ojo, nunca confundir un híbrido con un orate, si bien puede haber de este género que sean híbridos, obviamente. Los híbridos multiplican como por ensalmo sus posibilidades, aunque también es cierto que gran número de ellos perecen en el intento. Son grandes jugadores, pues, de la vida. Los juegos de mesa no les interesan tanto como aquellos en los que las piezas son otros individuos, los movimientos se configuran como oportunidades y el tablero de la partida es un sinfín de situaciones de resultado desigual. Una característica extraordinaria de los híbridos: a veces vienen cuando tú vas. Otra capacidad: intentan una y otra vez las jugadas cuando sufren derrotas. Son inasequibles al fracaso y ágiles emprendedores. Un riesgo: que intenten hacer algo decisivo con una de sus dos composiciones, obviando la otra. Entonces la confusión está asegurada y el desenlace imprevisto.  

Antes de echar de nuevo el dado asegúrate de si eres o no eres híbrido, procura que el deseo de una puntuación no se vea interferida por la excesiva racionalidad. Hay que dejar abierta la puerta al azar, pues a nadie nos ha sido dado controlar todo el panorama.



(Ilustración de Artemio Rodríguez)


7 comentarios:

  1. Artemio debió conocer la gran influencia de la amígdala (reminiscencias del originario cerebro reptiliano en nuestra especie.)
    De todos modos mi vista se ha ido a contar circulitos de los dados y relacionar, como los críos!

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    1. ¿Y qué ha relacionado? ¿Aros olímpicos, anillos saturnales, globos sonda? (Es broma)

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  2. A mí, en cambio, los seres híbridos siempre me han inquietado al punto de hacerme desconfiar. Son algo no aceptado que busca en parte ser otra cosa? Tiro una punta...
    =)

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    1. Es que hay monstruos híbridos buenos y monstruos híbridos dañinos. Que cada cual se enmarque si es que presiente tener algo algo de tal especie. Si clavas la punta, traza la raya.

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    2. Por cierto, no equivocar híbridos con neutros.

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  3. Me parece que todos somos híbridos, aunque la apariencia disimule la mezcla. El hombre serpiente de los dados se complace en repartir la suerte, aunque el gato no le haga ni caso.

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    1. Da la impresión de estar incitando con su digital a que elijamos lo que él quiere, como los candidatos a poner y quitar las urnas, je.

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