viernes, 29 de marzo de 2019

A través del lienzo. 7




Te retraes por prudencia innata, no por miedo. Aunque, ¿hay temple que pretenda ser cauto si no es porque acecha algún tipo de desconfianza? Lo conocido puede obligar a ponerse en guardia. Cuanto se ignora suscita mayor alarma. De manera instintiva tienes que decidir una actitud a dos bandas. Será siempre así. Pero tu mañana ¿no lo vas dibujando con mejor o peor suerte ahora? No eres de las que echan a los dados una manera de reaccionar o simplemente de estar. Esperas a que los otros tomen posiciones para adecuarte a ellas. No es un muro lo que levantas, sino un territorio neutral, medido, discreto.



martes, 26 de marzo de 2019

A través del lienzo. 6




¿Cuándo decides contarnos de lo que te ofrece la mirada? Tus labios enarcan un conato de voz. Dudan sobre el momento de intervenir. No les gusta despegarse cuando te preguntan con atosigamiento, menos cuando se te exige. Vas advirtiendo que solo anhelas establecer comunicación con quienes se ofrecen a sí mismos primero. Por qué temes las preguntas directas. Por qué no te convencen las palabras que llegan precedidas de sonrisas falsas. Por qué sospechas de quienes abren la boca para emitir sonidos insulsos. Tanta intuición se deduce de tu mirada previa. Una mirada no siempre ocular. Espectadora, expectante.




jueves, 21 de marzo de 2019

A través del lienzo. 5




Tus ojos hablan al espejo. Observan, cuestionan, incitan, se extienden, se relajan. ¿Qué habrá más allá de la mirada? Tu pregunta es presente y miras con cierta oblicuidad buscando la bola de cristal que no existe. Cómo seré, qué paisaje contemplaré, qué obligaciones me esperan, qué creencias me moldearán, qué otros ojos se clavarán en los míos. En el esfuerzo por abrir el ojo de par en par pretendes poseer una llave que te abra las puertas del futuro. Pero no tienes prisa. Pero no te urjas. Tu mirada será fiel al pasado y dubitativa con lo que vaya llegando. Pero es tuya.



sábado, 16 de marzo de 2019

A través del lienzo. 4




Juegas a inflar la carnosidad de tu rostro ovalado. Cuántas desfiguraciones, ficticias y también obligadas, no tendrás que adoptar a lo largo de los años venideros. Primero crees que se trata de un simple ejercicio de verte como no eres. Una hinchazón provocada que acrecienta tus carrillos, que dobla las líneas de los labios, que achina las almendras de tus ojos. Haces permanecer la seriedad, no obstante. Esa actitud secreta y reflexiva, tan tuya, es lo único que no puedes modificar ni ante el espejo. Será tu aliada o acaso la ausencia de máscara que te traicionará.


miércoles, 13 de marzo de 2019

A través del lienzo. 3





¿Sabes que mientras haces muecas ante el espejo yo también las hago? Las muecas son un lenguaje único. Instintivo, incontrolable, burlón. Para ti, más libre que el verbal, que es más arriesgado. De hecho vas dominando esas alternancias de tu rostro, esos guiños a la que hay en este otro lado. Algún día dirás: aprendí a hablar a través de las muecas. Yo, que casi las tengo olvidadas, pensaba del mismo modo. Pero tú no tengas prisa. Reserva para tu intimidad ese diálogo de mohines que otros no entenderían.    


domingo, 10 de marzo de 2019

A través del lienzo. 2




¿Es tu tibia voz, el desgarbado caminar o el imperceptible y lento ejercicio cuando tomas con tus manos un objeto lo que me admira? ¿Es la inquietante atención que prestas a los sonidos de la naturaleza lo que me asombra? ¿Es tu desdén por otras voces y la despreocupación por ajenos ruidos lo que provoca mi observación cautelosa? Hija del silencio debes ser. Tal sigilo ansío para mí, cansado del griterío de los días, hastiado de las confusiones, desvalido por las pérdidas. ¿Me castigo o me premio cuando te miro, huidizo, desde el ángulo roto de mi retina?



viernes, 8 de marzo de 2019

A través del lienzo




No sabes que estoy detrás de la cortina. Agazapado observo tu mirada extraviada. Apenas nacen los días blancos para ti. Mientras, mi vista agotada se esfuerza por sacar tu imagen de la perspectiva distorsionada que se me da a alcanzar. Nada debes temer. No soy de ese tiempo ni de ese lugar. No vengo a enseñar ni a poseer. Estoy a este lado del lienzo. Pero tú me llamas.