miércoles, 29 de septiembre de 2010

Fulgores (6)

No parar para no morir. Tu sino y tu encanto. No alejarme para no desaparecer. Mi sentido y mi propuesta. Aceptas mi acercamiento. Abres tu corola. Me la ofreces y me hipnotizas. El hombre atrapado en la pasión se vuelve dúctil y arriesga el ser. Pero pretende la vida. Extraña confluencia entre este ser que se hace a contrapelo y en conflicto con la materia que transforma. Como tú. Llama flor. Llama de sangre. Llama crisol. Arrobadamente me desbordas con tu belleza despiadada.



lunes, 27 de septiembre de 2010

Fulgores (5)

Al enderezarte no soportas la rigidez. Agitas de manera refleja tu insolente razón de ser. Inasequible al éter que te impulsa no hallas punto de sujeción sino en el movimiento más imprevisible. Nada te explica más que la turbulencia. Al desparramarte ejercitas una proyección incesante. Cuando crees abandonar el origen retornas a él. Pero nunca en el espacio que abandonaste. En cada paso buscas un destino distinto y vuelves a un origen inexistente.



domingo, 26 de septiembre de 2010

Fulgores (4)

Te retuerces. Buscando el soplo que arrecia, te conmueves. No es el aturdimiento, sino la conciencia. Saber que puedes rodearme y en cualquier instante acometerme descarnadamente . Acaso esperas a que baje la guardia. O lo opuesto. A que mi atención desmedida sea la celada que me pongo a mi mismo. Aun sabiendo que quemas no me aparto.Te enderezas.



martes, 21 de septiembre de 2010

Fulgores (3)

¿Por qué te dejas caer hacia atrás como si fueras un cuerpo de mujer? ¿Quién te empuja? ¿Mi aliento rescatado a la ansiedad? En la posición vencida me tientas. Creo oler una piel que despide aroma de resinas. Siento el calor de un torso que se entrega.



lunes, 20 de septiembre de 2010

Fulgores (2)

A punto de ascender como la exótica ibis. Te desprendes de la tierra y no hay límite que se interponga en tu vuelo caprichoso. Las tinieblas se apartan a tu paso. Vigía de la noche, prendes para que los perdidos hallen el retorno. En mi mudez me vuelvo frágil. Tiendo la mano hacia ti. No para sujetarte sino para que me lleves. Inaprensible tu plumaje de oro.



viernes, 17 de septiembre de 2010

Fulgores

Tú, la evanescente, tienes cuerpo. Eres la densidad de una masa eternamente móvil. La ignición es tu razón de ser. La duración de tu fulgor no te hace más insignificante. Dicen que quemas. Dicen que iluminas. Pasas a mi lado y te ofreces. O cegarme o ver.



jueves, 2 de septiembre de 2010

Observantes (y 8)

Se han congregado ante una llamada secreta. Vienen desde el fondo de los arcanos. Recorren la superficie de territorios desconocidos. Los hay de todos los colores y representaciones. Más ovalados y más circulares. Están aquellos que simulan cráteres y los que se proyectan como arcos triunfales. Quienes miran frontalmente y quienes lo hacen de manera huidiza. Pero todos acumulan como consecuencia de su tenaz escudriñamiento un paisaje sin fin, y han contabilizado innumerables pasos de otros seres, y han enviado mensajes a los animales infelices del planeta. Son presencia y también huella. Han llegado hasta el ámbito de los últimos resistentes. Para contarnos las historias que nosotros hemos olvidado por no saber mirar.



miércoles, 1 de septiembre de 2010

Observantes (7)

Entre todos los ojos que habitan la senda destacan los de mirada mística. Los que ascienden desde el llano donde las otras especies luchan por la vida. Aquellos que se consolidan sobre sí mismos hasta engendrar el formidable ojo de ojos. Desprenden lágrimas que envuelven las sonrisas de los vivos y su savia sabe a sal. Parecen entenderlo todo desde sus dominios celestes. Están por encima del mal y del bien. Han robado el corazón de los hombres.