miércoles, 1 de septiembre de 2010

Observantes (7)

Entre todos los ojos que habitan la senda destacan los de mirada mística. Los que ascienden desde el llano donde las otras especies luchan por la vida. Aquellos que se consolidan sobre sí mismos hasta engendrar el formidable ojo de ojos. Desprenden lágrimas que envuelven las sonrisas de los vivos y su savia sabe a sal. Parecen entenderlo todo desde sus dominios celestes. Están por encima del mal y del bien. Han robado el corazón de los hombres.


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