jueves, 9 de febrero de 2012

marcado, y 10



Nada queda de la antigua pesadumbre en su rostro. La mirada es limpia y la piel se distiende. Los ojos miran lejos y la sonrisa abre las puertas de otro mundo. Al individuo que le pregunta por sus marcas, él se las ofrece con bondad.

miércoles, 8 de febrero de 2012

marcados, 9



La sospecha de que su vida era única. De que rompía el molde. Las marcas le concedían la posibilidad de ser como ellas. Ser como ellas suponía elegir. Las cedió todo su territorio. Se dejó poseer. Pactó con ellas en silencio una simbiosis. El valor de la libertad. El sentido que le apartaba de la grey.    



lunes, 6 de febrero de 2012

marcados, 8



¿Sería aquel el precio del crecimiento?, llegó a ocurrírsele, hundido en la confusión. Se suponía que el hombre que construía aquellos seres idénticos a él los hacía definitivos. Seres conclusos, matizados de la misma manera, todos de una pieza. Pero aquellas marcas le distinguían de los demás. Y con el horror inicial a lo diferente nació en él la sospecha.


domingo, 5 de febrero de 2012

marcado, 7



A medida que él crecía, la marca se multiplicaba. Si él se entristecía, ella encogía su silueta. Si él reía, ella se expansionaba. Si él hacía muecas, ella no paraba de danzar. Si él encogía el entrecejo, la marca amenazaba con sustituirlo con su vuelo exuberante.


sábado, 4 de febrero de 2012

marcado, 6



En su perplejidad, él meditó: si solo me ha tocado el artesano que me ha hecho, ¿cómo puede crecer esta señal inquieta? Pensó en la impureza de su creador, pensó en un descuido, pensó en que él mismo se hubiera lanzado al mundo de los vivos antes de ser terminado. Aquella huella dibujada sobre su piel no se detenía, confundiéndole aún más.


miércoles, 1 de febrero de 2012

marcados, 5



Aquella marca no permanecía inmóvil. Si movía un perfil le adornaba el carrillo. Si alzaba el frente de la cara se apoderaba de su barbilla. Quién eres. De dónde provienes, inquirió a la marca, rompiendo su hieratismo. Pero ésta se rió de él y siguió revoloteando sin permiso por cada palmo de su piel.