viernes, 5 de agosto de 2011

Hábitat. 2.



Coste de la supervivencia. Nada hubiera sido mejor de otra manera. Instalados en su penuria como irreductibles testigos perdieron el habla. Nunca la memoria.




12 comentarios:

  1. Nunca perder la memoria, ni que las telarañas la habiten, cultivarla, revisitarla de vez en cuando.
    Saludos blogueros

    ResponderEliminar
  2. Lindas fotos.
    Se que no tiene nada que ver pero estas fotos de las "telarañas" (creo) me hicieron acordar a unas que vi de ojos, sacadas con macro y son muy raras jaja
    Te dejo el link.
    http://www.taringa.net/posts/imagenes/6504805/fotos-macro-de-ojos_.html
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. La memoria es la esencia de lo que somos. Si la perdemos nos perdemos a nosotros mismos.

    Besos desde el aire

    ResponderEliminar
  4. HOLA


    Asi es el amor tambien........la memoria del alma es eterna...

    SALUDOS

    STAROSTA
    (UN PRODUCTO DE TU IMAGINACION)

    ResponderEliminar
  5. A pesar de todo la memoria siempre estará ahí. Y ésta memoria es la que nos llevará a comprender.
    un saludo.

    ResponderEliminar
  6. José Antonio, no necesariamente las telarañas son sinónimo de envejecimiento. Ni el olvido por parte de unos implica el abandono de otros. Pueden ser una protección.

    ResponderEliminar
  7. Son curiosas esas fotos con macro, y los reflejos que en ella se perciben, y algo de misterio de saurios que deambula por sus detalles.

    Gracias por el link, Alejo.

    ResponderEliminar
  8. Vaya, Rosa, suena a axioma. Al menos sin la memoria no somos lo/ los mismos. Nos perdemos y, probablemente, traicionamos.

    Gracias.

    ResponderEliminar
  9. Staratosta, te escucho pero te diriges a un escéptico supino. Meditaré tus palabras, no obstante.

    ResponderEliminar
  10. Mariola, eso espero. Pero la memoria es algo que se recupera. O mejor dicho, sus claves. No basta un tomar y retomar el recuerdo, sino que tenemos que intentar interpretar su significado. Entonces es cuando adquiere verdadero valor la memoria.

    ResponderEliminar
  11. ¿Nos queda algo de identidad cuando perdemos el habla?

    ResponderEliminar
  12. Susan. Si es el habla exterior, sí. Si perdemos las palabras que crecen dentro de nosotros cuando pensamos o cuando soñamos, me temo que la identidad entonces es la muerte.

    ResponderEliminar