Gallardetes de oro. Tomadme entre vuestro alarde. Hacéis virtud de la inconsistencia. Quiero ser como vosotros. Desalojad la densa opresión que me ancla en la ciénaga. Fragilizad mi espíritu hasta que toque la ligereza. Hasta que recupere la parte del alma que se ha desprendido de mi.
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Bellísimo!
ResponderEliminarEn la fragilidad se esconde una sutil y admirable fortaleza!
Perspicaz. La naturaleza está dotada. Lo aparente engaña. La verdad de la naturaleza es más fuerte de lo que se muestra a primera vista. Debemos aprender de la supuesta fragilidad de las cosas.
ResponderEliminarBuena noche.