Salir al camino y llamar a los extraviados te lo tomas como vocación. ¿Y si ellos quieren seguir sus propias direcciones? ¿Por qué convertir en reflejo de tu ilusión la marcha de los otros? Tu verdad puede ser eufórica, pero no necesariamente acertada. Y cada alma quiere percibirse a sí misma probando suerte. Concita la atención sobre el mensaje. Y deja que el sentido impere libremente. Sin aspavientos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bien cierto. Tambien se podría reducir a que conviene "vivir y dejar vivir". Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarVivir y dejar vivir, sin roces, pero sin evasión de las responsabilidades participadas.
ResponderEliminarTal vez, ¿no?
Gracias, Emejota, por pasarte, saludos.