…y en las paredes de los refugios la frialdad de la pérdida es conjurada por manos que no quieren teñirse siempre del mismo color ni sufrir los mismos espantos ni emitir lamentos baldíos
Ellos tenían, Mariola, la capacidad de su pensamiento en base a su experiencia paulatina y la capacidad de expresión abstracta para metabolizar el sufrimiento y la dificultad. Por eso dejaron sus huellas maravillosas en las cuevas.
A pesar de la frialdad de la pérdida tienen el conocimiento para seguir avanzando, tienen el pensamiento.
ResponderEliminarun abrazo.
Ellos tenían, Mariola, la capacidad de su pensamiento en base a su experiencia paulatina y la capacidad de expresión abstracta para metabolizar el sufrimiento y la dificultad. Por eso dejaron sus huellas maravillosas en las cuevas.
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarAndri
Los espantos son cíclicos, repetitivos. Los reconocemos mucho antes de sufrirlos. Saludos
ResponderEliminarGracias, Andri.
ResponderEliminarSospecho que sí, José Luis. Hay una memoria en el subconsciente de la humanidad, o no tan subconsciente, que lo tiene siempre presente.
ResponderEliminarCordial.