...tras las marcas voluntarias se ocultan las que no fueron elegidas, las que quedaron en la piel o entre los huesos o en los sesos diluidos en las argamasas, sólo la ingente cantidad de manos constructoras sabrían hablarnos de qué están erigidas las moles dedicadas a los ídolos, y es tan largo el camino que ha quedado atrás como irreflexiva la mirada de los transeúntes del presente
que buena la incógnita!!
ResponderEliminarPasamos de largo...
ResponderEliminarAndri
Ingeniosa serie. Bs.
ResponderEliminarNo soy de los que dan coba, pero esto me gusta, hace pensar.
ResponderEliminarNoelia, de incógnitas está lleno el transcurso de los días.
ResponderEliminarUna manera torpe de pasar, Andri.
ResponderEliminarEmejota, pretende decir, no obstante la exposición. Las piedras siempre hablan. Y si están impregnadas de colores aún más.
ResponderEliminarSpaghetti, me alegro. Aunque te parezca mentira, a mí también me hace pensar.
ResponderEliminarMuchas veces no nos paramos a pensar...
ResponderEliminarun abrazo.
Tantas veces no nos detenemos a ejercitar el pensamiento, Mariola. El pensamiento es un regalo, un bien de la naturaleza. Qué pena no hacer siempre uso de él, ¿verdad?
ResponderEliminarMuy profunda esta entrada, igual que la smarcas oradadas en la roca, que por cierto no parecen que sean del tiempo( m erefiero alas inclemencias meteorológicas), parecen hechas por manos humanas.
ResponderEliminarsaludos.