domingo, 17 de septiembre de 2017

36. Llamada del origen salvaje




A la llamada, no se sabe si apocalíptica o gloriosa, que solo escuchan ciertas aves las aguas mansas sueltan a las familias que se aquietan en ellas, los estanques a las privilegiadas por la belleza, las granjas a sus crías rollizas. Es la revuelta contra la domesticidad y el retorno al estadio anterior. No es tampoco una involución, pues sus fisiologías no se van a alterar, sino que se van a poner al servicio del ente misterioso que emite el sonido invisible. El eco se extiende por valles y mesetas, se desliza por las costas y repica entre laderas agrestes. Las aves que se habían acomodado desde hace siglos a las venturas y cuidados de los humanos se sienten reclamadas por un olvidado origen. ¿Qué precio pagarán por retrotraerse a una edad más primitiva? ¿Qué tendrán que reaprender? ¿Cuántos desasosiegos no traerá la adaptación a un ámbito que desconocen las generaciones actuales? ¿O no llegarán a ningún lugar, pues la música que las ha hecho partir no tiene una ubicación específica? Entonces tal vez ello suponga el principio de su extinción.

Cuidado, jugador, si el dado cae en este cisne exuberante. También te acecha la seducción de un viaje al principio de tus días. Crees que ganarás pero en realidad apenas conseguirás otra cosa que demorar el recorrido.



(Ilustración de Artemio Rodríguez)


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