sábado, 10 de diciembre de 2011

derramamientos, 6



…el humus de las veredas intrincadas que dejaron de serlo conserva su calor, los empedrados de las vías devoradas por el musgo se resienten todavía de su goteo, las puertas de las ciudades en ruinas exhalan silenciosos clamores que son ecos de viejas cabalgadas cuando no de invasiones funestas que llevaban el arrasamiento y la esclavitud  

6 comentarios:

  1. Quien pudiera librarse de la esclavitud, no? La de los negros podria quedar pequenia ante tantos otros tipos se me ocurre decir.

    Buen domingo.

    Andri

    ResponderEliminar
  2. Fue muy terrible la de los negros, Andri. Y muy antigua. Los egipcios la practicaban con los nubios, por ejemplo. De la historia moderna y contemporánea ya sabes mucho, seguro. Pero sea cual sea la modalidad de esclavitud que unos hombres ejerzan o hayan ejercido en este mundo, todas ellas son abominables. Y las sofisticadas y modernas también, aunque se nos vendan con dulzuras y sonrisas. Pero nada comparable a los desarraigos, las violencias y violaciones, los trabajos forzados, los malos tratos, su sentencia como clase ínfima o subclase...Demasiado buenos han sido los negros que no se han vengado.

    Buen descanso.

    ResponderEliminar
  3. Todo habla todavía. Y hubo mucho sufrimiento, muchas invasiones como dices que devoraron al hombre.
    Ahora nos toca aprender para no volver a cometer los mismos errores, si somos capaces.
    un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Hubo y hay, Mariola. Siempre que reflexionamos en estos temas somos tan etnocéntricos (me incluyo) que ignoramos las barbaries que siguen padeciendo en diversas regiones de África, por ejemplo. ¿Y qué hacemos ante ello? Temer por nosotros, solamente.

    Disculpa que se atan crudo, pero yo me avergüenzo y me espanto.

    ResponderEliminar
  5. Qué tristeza de texto,de la roca no me entero de nada.

    ResponderEliminar
  6. Las rocas están ahí, las interpretaciones son producto de la visión personal y el eco que me llega.

    ResponderEliminar