La luz iba emanando lentamente y lo descubría. Hierático, contemplaba los tiempos ordinarios. Entre un horizonte impreciso y el curso de las aguas que pasaban a sus pies. Refugiado en la concha de hierbas, a la espera de las nuevas manifestaciones.
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un sitio precioso sin duda.
ResponderEliminarsaludos
http://dalecalor.blogspot.com
No lo dudes. Lo visito mucho más de lo que me paraba en mi infancia. Pero siempre me resultó misterioso.
ResponderEliminarSaludos coridales, dalecalor.