La sospecha de que su vida era única. De que rompía el molde. Las marcas le concedían la posibilidad de ser como ellas. Ser como ellas suponía elegir. Las cedió todo su territorio. Se dejó poseer. Pactó con ellas en silencio una simbiosis. El valor de la libertad. El sentido que le apartaba de la grey.
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Siempre tan importante saber pastar en solitario, aun amando a los congéneres... Quizá, precisamente, porque se ama a los congéneres. Abrazos.
ResponderEliminarUna interpretación muy particular, Salomé. Uno no pretendía tanto matiz. Y tampoco estoy seguro de que sea como dices, pero bueno. Abrazos.
ResponderEliminarGostei do texto que expressa a esperança incógnita. Um abraço, Yayá.
ResponderEliminarLa dinámica para mantener la vida en este planeta: deglutir, asimilar y eliminar. Bs.
ResponderEliminarMe gusta porque se va definiendo, sabe que las marcas lo hacen único, diferente con todo lo que eso conlleva.
ResponderEliminarun abrazo.
simbiosis es una palabra muchísimo más rica que conveniencia, aunque, por desgracia, también muchísimo menos frecuente. es muy hermoso lo que escribes-describes; no siempre se está preparado para poder elegir ni tampoco es fácil comprender el sentido de lo que llamamos libertad.
ResponderEliminarun abrazo
Hace tanto que casi no blogueo?, un saludo
ResponderEliminarArtes, me alegro mucho que te guste. Y si entiendes bien el español, formidable.
ResponderEliminarObrigado, um abraço.
Emejota, anda que ya te vale. Lección colegial: la célula nace, se reproduce y muere. Pero lo que dices es biológicamente correcto (dejemos aparte si es insuficiente)
ResponderEliminarAbrazo.
Mariola, das en el clavo...con todo lo que conlleva.
ResponderEliminarBuena noche.
Elchiado. Simbiosis suena a proceso más natural, más animal, digamos. Conveniencia hace referencia a las pautas y necesidades de las relaciones humanas, ¿no?
ResponderEliminarGracias por sacar conclusiones, me gusta.
MBI, pues no lo abandones, si te significa, claro. Por aquí andamos.
ResponderEliminarJa,ja, ya te lo advertí, no hace falta que me lo recuerdes con tu fina ironía e inteligencia. Cada día mas simple, ja ja y los años ayudan a misa. Las capas de cebolla pesan, molestan cada vez más, al final nada, esclavos de las células,de sus procesos químicos, no more, no less.
ResponderEliminarEs mi particular danza de los x velos,la de la lenta y dolorosa despersonalización; siempre dolorosa para nuestro máscarón de proa; de esta manera el último paso, parecerá uno más, uno de tantos.
Bien sabes que cada cual tenemos nuestro "estilo" enraízado en mayor o menor medida; el mío, la impotencia y la ambición (mala combinación), se manifestó demasiado pronto y ahora creo que tengo algo que agradecerle.
Claro, MJ. Cada uno nuestro estilo, nuestras capas de cebolla, nuestras manías y nuestros despojos, ja. Por supuesto que nadie nos quite lo que nos pertenece. Bs.
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