martes, 20 de abril de 2021

Quejas y quejidos. 6

 



...te debates entre lo que hicieron de ti  y lo que te impide ser, y buscas alejarte de un origen que no pediste, pero las ataduras son fuertes, lo que te exigen bloquea tu propia elección, y la deseas con vehemencia, y has oído alguna vez que elegir es romper con leyes, con designios, con mandatos, pero no te atreves a apartarte de improviso porque te asusta lo desconocido y entonces inquieres si podrá más el dolor del presente o la angustia por la incertidumbre que puede esperarte más adelante.



14 comentarios:

  1. La clave debería ser aquello de ser fiel a uno mismo y apretar los dientes, aunque suene a exceso de ambición.
    Si realmente cada quien se conociera a sí mismo en todas sus dimensiones, la mayoría nos pegaríamos unos sustos, sorpresas y decepciones acongojantes. Seguramente maldecirían dicho conocimiento que les privaría de mayor libertad que el desconocimiento en que vivían mientras creían estar en lo cierto.

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    1. Lo de ser fiel a uno mismo también es un aprendizaje, bueno, primero un cierto descubrimiento, porque lo ordinario es que desde que nacemos nos creamos que somos aquello que nos imponen y aceptamos, sin más. Supongo que es con un grado de rebeldía -algunos ya lo demuestran de niños y otros en la pubertad- cuando uno inicia esa búsqueda de ser uno mismo. Pero la pregunta es inevitable: ¿cuándo se es uno mismo? En cierto modo lo somos siempre, incluso cuando solo somos loritos de repetición.

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    2. Cierto. La gran tragedia, me parece, es el origen y moda del buenismo así como la veneración a la cobardía social bajo término de diplomacia en sus múltiples formas bien recientes, como poco.
      Formamos parte de la naturaleza, aunque nos tocó el rol racional???? guste o no. Observarlas y aplicarse el cuento puede resultar una buena guía.

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    3. El buenismo como otras modas superficiales de esta época con visos de quererse pretender profundas no son de mi interés. Una de las pocas verdades que siguen en pie de lema, aunque se diga a lo tonto a veces, es que no sabemos nada. Nos pasamos la vida intentando captar algo y ya es bastante. Ni me angustia ni me resta valor. Identificación con la naturaleza en lugar de con abstracciones e inventos ideológicos: no me parece nada mal. ¿Cómo no hacerlo con lo que somos?

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  2. Historias que duelen, porque la imposición de lo que es aceptado no siempre coincide con lo que se quiere. Las cuestiones de identidad no aceptada hoy son, quizás, mucho más visibles que hace un tiempo. Abrazos!

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    1. No todos quieren lo aceptado de siempre. Ni tótem ni tabú. Tal vez lo importante es entender la personalidad inherente y saber escoger en cada momento lo que libera de ataduras, y me refiero a planos íntimos. Aunque ¿qué planos no son íntimos si todo lo existente afecta en mayor o menor medida a cada humanito?

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  3. La vida es así, nos lleva, y casi nunca donde queríamos. Hay que adaptarse a la realidad.

    Un abrazo

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    1. Pero adaptarse a la realidad -es obligada la pregunta- ¿es tragar todo, resignarse a todo, hacer lo que otros quieren, etc.? La realidad es más abierta y se trata de buscar nuevas adaptaciones donde uno juegue un papel de elector, relativo siempre.

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  4. Detallas perfectamente los síntomas de la crisis de los cincuenta.
    Un saludo, desde dentro del laberinto.

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    1. Si solo fuera de los cincuenta, para algunos de antes incluso, para otros de las décadas que vayan cayendo. Y encima gracias que caen. Eso me gusta. En el laberinto estamos y minotauros somos.

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  5. Cada persona encuentra su justo punto entre obedecer las normas imperantes y rebelarse para encontrar su propia manera de estar en el mundo.

    Si no obedece nada termina siendo un sin techo o en prisión o... incluso puede terminar en un psiquiátrico. Y si obedece todo y no se cuestiona nada vive en una cárcel de pasividad e inacción.

    Transgredir en el justo punto para construir tu identidad, crear y tener algo peculiar que ofrecer al mundo, pero... sin cometer delitos penales.

    Difícil pero no imposible en una democracia. Imposible en una dictadura porque en un régimen totalitario el mero hecho de pensar diferente ya está catalogado como un delito penal...

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  6. Desobedecer es un acto de libertad que siempre me ha atraído ... mas que la libertad me gusta el libertinaje

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    1. Desobedecer es romper vínculos con lo que uno considera imposición y atadura. Desobedecer implica también generar otro tipo de vínculos, algo inherente a la biología humana por aquello de sobrevivir y en las mejores condiciones. Es un tema muy interesante, pero te diré que a los que nos iniciamos en desobediencias muy pronto no nos lució el porvenir. Sé de muchos que perdieron el tren para siempre (incluso el de la vida) y de otros que se engancharon en el último minuto. Pero a mí lo que más me apasiona es conocer las múltiples facetas y mecanismos de la desobediencia. Que yo sepa, todas implican sus riesgos. Lo del libertinaje pertenece al baremo que cada cual se ponga en sus conductas, es muy atractivo pero sumamente arriesgado, cada cual sabe.

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