"Tú no estás dormida ni despierta: tú flotas en un tiempo sin horas" Carta de creencia. Octavio Paz

jueves, 30 de octubre de 2025

Senufo (8)

 


Clarea lentamente el día. No soy el único que ha abierto los ojos. Mi amigo Bolom, que es desde niño un verdadero hermano, no se ha quedado atrás. Pero él no es tan contemplativo. Si otea el horizonte y mira al cielo, ambos tan aparentemente imperturbables, es para saber si será oportuno avisar a los demás y coger las armas. Los días pueden parecer iguales pero hay que escuchar antes la voz de la sabana, invocar los espíritus favorables, intuir los peligros que la naturaleza oculta. Es un especialista práctico. Ni mis oídos ni mi vista ni mi olfato van a la zaga de los suyos, pero mi afán es diferente. Él me entiende y me defiende ante los juicios de los demás. Para compensarlo suele decirme cuando estamos a solas: entiéndeme también tú a mí.  


lunes, 27 de octubre de 2025

Senufo (7)

 


Por qué madrugas tanto si no es temporada de caza, me preguntan con ironía. Les parece que soy poco diestro para esa actividad. Incluso un peligro porque expongo a otros. No es que no tenga puntería, ni que no acierte a tensar bien el arco. Es que me cuesta abatir animales, aunque sepa que son parte de nuestro sustento. Siempre dudo cuando en círculo nos aproximamos a algún antílope, por ejemplo. Me invade una sensación depredadora superior y me freno, por lo que arriesgo la caza o puedo causar un accidente si se produce un malentendido y el animal acosado rompe el cerco. Más de una vez les he dejado plantados. Así que no me consideran un cazador fiable. Algunos que no me lo perdonan van diciendo que no tengo sangre de los antiguos guerreros de la tribu. Creo que entonces mi silencio les enerva. Qué les puedo decir. ¿Que mis habilidades no se inclinan por la atrocidad?



jueves, 23 de octubre de 2025

Senufo (6)

 


Si viniese alguien de fuera del poblado diría que todas las chozas son iguales. Es la primera visión de quien llega de otra parte de las llanuras donde se desarrollan nuestras vidas. Si el viajero procede de páramos más fértiles su sorpresa será mayor. Una vez llegó una familia nómada desde confines que nunca supimos situar y preguntó si las viviendas estaban levantadas por la misma mano. Mi padre, sarcástico como pocos, no obstante su bondad, les contestó que sí. Como pusieran ellos cara de asombro y complacencia mi padre se lo aclaró. Aquí, cuando nos ponemos todos a una tarea somos una misma mano, una misma cabeza, una única voluntad. Los recién llegados entendieron un tiempo después que de ese comportamiento dependía nuestra supervivencia.


 

martes, 21 de octubre de 2025

Senufo (5)

 



Mientras rodeo el lento despertar de la aldea imagino que las máscaras han tomado la iniciativa a los pobladores. Que la máscara de la bondad sobrevuela. Que la del infortunio corre y se aleja buscando el abismo. Que la de la abundancia deja de ser un deseo para hacerse más palpable que nunca. Que la que encarna la ira de la naturaleza se reconcilia con nosotros. Que la que representa el enfrentamiento violento entre humanos modifica sus acusados rasgos y dibuja una sonrisa embobada. Que la que simula enfermedad recupera tonos vigorosos. Solo hay una máscara que se resiste a ser soñada, esa que con su faz oscura y poco desentrañable parece permanecer a la espera.   


jueves, 16 de octubre de 2025

Senufo (4)

 



Desde fuera dedico un pensamiento fugaz a los que aún no se han sumado al alba. ¿Estarán despiertos en sus sueños? Y dentro de ellos, ¿qué sueños viven? ¿Semejantes a los míos? Aun compartiendo todos nosotros paisaje, compañías, costumbres y actividades, ¿qué nos diferenciará en ese mundo secreto, incontrolable que son los sueños? Me lleno de las voces que descienden de los árboles, que emergen del sotobosque, que trasiegan por los cielos, mientras el horizonte abre la oscuridad. Suaves líneas de coloraciones inquietas. Presencia de la luz que va anunciándose lenta pero imparablemente.


domingo, 12 de octubre de 2025

Senufo (3)

 


Me recreo en el tiempo detenido. Cuando nadie sabe de mí no me siento obligado a responder a las solicitudes de los demás. Yo y mi máscara, que se revela como desconocida, conversando mutuamente. Ella que proviene de otro mundo y relata sus cuitas. Yo que le hablo de mis preocupaciones y advierto que me escucha con una atención que no me prestan los que viven conmigo. ¿Intercambiamos nuestras apariencias?, pregunta la aparecida. Si yo soy tu imagen y tú la mía, ¿cómo nos entenderemos?, respondo. Ella, la otra, no se arredra. ¿No será que temes que no te reconozcan quienes te acompañan habitualmente? ¿No será que te desconcierta ver tu vida desde otro lado que no conocías?

  


viernes, 10 de octubre de 2025

Senufo (2)


 

Cuando no me ve nadie actúo. Imagino que me he puesto la máscara. Recorro entonces la aldea y simulo penetrar en cada choza. Pero no paso de su entrada. Luego rompo el perímetro del poblado y me adentro un tramo en terreno que distingo pero que nunca acabo de conocer del todo. Es la hora de nuevos rumores que van desadormeciendo y que se confunden con rugidos lejanos, con cantos de aves imprecisas, con silbidos de aires bondadosos que de pronto se paralizan. Creo saber de dónde procede cada señal pero el alba me confunde. Mi actuación crece y mi máscara me suple. Ya no soy solo yo sino que el personaje me hace crecer.  



jueves, 9 de octubre de 2025

Senufo

 


La luz es aún muy tenue. Los sonidos de la noche dan paso a otros sonidos. Salgo al exterior donde también los olores del amanecer son diferentes. Nadie más ha despertado. Es en estos momentos cuando mejor percibo la soledad acompañada. Madrugo para elegir la soledad. Ahí, en ella, aquí, en mí, justo donde el tiempo y el espacio son uno. Donde fecundan al hombre. La familia sigue latiendo en sus sueños. La tribu se silencia en sus chozas. Soy el instante. Donde todo está detenido sin que se haya parado. La naturaleza es mía porque yo soy de ella.