¿Sabes que mientras haces muecas ante el espejo yo también las hago? Las muecas son un lenguaje único. Instintivo, incontrolable, burlón. Para ti, más libre que el verbal, que es más arriesgado. De hecho vas dominando esas alternancias de tu rostro, esos guiños a la que hay en este otro lado. Algún día dirás: aprendí a hablar a través de las muecas. Yo, que casi las tengo olvidadas, pensaba del mismo modo. Pero tú no tengas prisa. Reserva para tu intimidad ese diálogo de mohines que otros no entenderían.
Una amiga dice que sus arrugas se deben a su exceso de expresividad. Como conozco su genética más bien me parece que los tiros irían por ahí, pero quien es quién para dirimir sobre ilusiones ajenas siempre y cuando no atenten sobre los demás ..... o sobre cualquier mente socialmente considerada en exceso analítica y tachada de fría, pues quien sabría si arde o no por dentro, o si se trata de un factor transmitido por el l repertorio genético, de un factor adquirido o quizás “entreverado”; siempre interpretado en distintas circunstancias y tramoyas lo cual vulgarmente la mayoría interpreta como “ diferenciación o personalidad”.
ResponderEliminarMe parece que las generaciones arrastran enormes errores sociales con la justificación de la supervivencia.
Los animalitos como la primera infancia resultan más relajantes! para ellos la implacable naturaleza en la que están inmersos aún la sienten paraíso y ni se lo plantean. El problema radica en nuestro género! ....y mira que aún lo ocupa demasiado “animal”
Me he “pasao” en el comentario. Será por necesidad de cháchara! Gracias por aguantarme!ll
Jean es todo generosa magnanimidad, no te preocupes. No creo que a la púber del lienzo le preocupe lo que aún no existe -las arrugas- pues a tierna edad más inquieta el acné o marcas del sol que al cutis blanco y sensible puede jugar malas pasadas. Di a tu amiga que Jean cree más en la evolución a su aire de las células y al pronunciamiento inquietante de los tejidos para entender la cuestión de las arrugas. Es verdad que gente hay que la expresividad le lleva a marcar más los rasgos faciales desde edad pronta, pero la arruga, ay, la arruga, es ese caché que pagamos a cambio de la experiencia que los años nos aportan.
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