Hay desconcierto en la cercanía. Angustia en la aproximación. La montaña se crece y ella se muestra pequeña allá arriba. Donde la extensión que se ha configurado a sus pies parece protegerla del apresurado, del turbio, del inseguro. Donde los perfiles se vuelven más baldíos y hace retroceder a los débiles.
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Ella esta en la cúspide, ella nos puede observar en la lejania. La cúpula le mimará i protegera.
ResponderEliminarBonita serie de fotografias
Un abrazo
Alba, tu interpretación aporta. Podría ser. Protectora y nutriente. Quién sabe.
ResponderEliminarGracias por interesarte.
Lástima de los débiles, no?
ResponderEliminarAndri
Hay angustia porque toda posibilidad es angustiosa por definición. La realidad es un examinador menos riguroso. Abrazos.
ResponderEliminarCuando nos acercamos a algo tenemos miedo de qué nos vamos a encontrar, hay una euforia por saber, pero también miedo. Más los pasos siguen hacia delante, aproximándose.
ResponderEliminarun abrazo.
¿Lástima? ¡Qué palabra tan hueca!
ResponderEliminarCierto, José Luis. La posibilidad tiene como contrapartida esa dosis de angustia y de duda. Pero es tan tentadora...
ResponderEliminarMariola. Hay mucha renuncia ante el miedo. A veces sólo demora. Recomposición de fuerzas. Búsqueda del camino adecuado.
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