La luz es aún muy tenue. Los sonidos de la noche dan paso a otros sonidos. Salgo al exterior donde también los olores del amanecer son diferentes. Nadie más ha despertado. Es en estos momentos cuando mejor percibo la soledad acompañada. Madrugo para elegir la soledad. Ahí, en ella, aquí, en mí, justo donde el tiempo y el espacio son uno. Donde fecundan al hombre. La familia sigue latiendo en sus sueños. La tribu se silencia en sus chozas. Soy el instante. Donde todo está detenido sin que se haya parado. La naturaleza es mía porque yo soy de ella.
Me gusta ese instante
ResponderEliminarY al senufo.
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