domingo, 6 de marzo de 2011

La reacción




Pero esa resistencia la pruebas con tu práctica. No basta con contemplar el mundo, que se debe. No es suficiente babearse ante la belleza, que conviene. No es justo esperar sólo a recibir, que es grato pero pide a cambio. No es de recibo la indiferencia, aunque en ocasiones se evoque una cierta suerte de justa indolencia. El riesgo de hacer dejación es que siempre pertenecerás a otros. Incluso al lado obscuro de ti mismo.  



6 comentarios:

  1. Pensamiento Para pensar (valga la redundancia)
    Porque así vamos por la vida, creyendo que nada es suficiente y olvidando dar, cuando en relidad es mucho lo que recibimos a diario sin hacer nada por merecerlo.

    Me ha gustado mucho tu blog.

    Es sugerente, hermoso.

    Un abrazo

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  2. Bien cierto. Estaria bien que todo el mundo se lo creyera. Un fuerte abrazo.

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  3. Actuando seremos más felices.
    Un abrazo

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  4. Lys, y piensas bien. Bienvenida, desde luego. Lo que pasa es que con frecuencia son desiguales la actitud del dar y la del recibir. Pero cada uno sabe el por qué y en qué medida pesa uno u otro comportamiento, ¿no?

    Busco el lenguaje de las imágenes. Me gusta recrearlas a mi manera. Pienso que eso tendría que gustar a los artistas, incluso como en este caso de hace cuatro siglos. La obra de arte -imagen, escritura, etc.- se realiza a través del receptor.

    Un abrazo.

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  5. Emejota. Quien más o quien menos tendrá que valorar el temple de la vida, por la cuenta que le tiene.

    Abrazo.

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  6. Qué buena conclusión, Alba. Aunque la acción también acarrea problemas. Y no transciendo ahora el tema, que daría para largo.


    Buena noche.

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