miércoles, 9 de marzo de 2011

Punto de fuga, punto de entrega




Puede ser tu punto de fuga. Pero también el avance de tu entrega. Aúnas los dos pasos con los ojos entornados. Como si no quisieras saber qué queda atrás ni qué te espera por delante. Ése es el presente. El instante, lo que vives, lo que tensa tu cuerpo. Y todo lo que gira dentro de ti y todo lo que bulle en tus pretensiones. Una actualidad efímera que sucede a otra que toma el relevo de otra. Suma de fugacidades que igualan la consistencia.  

15 comentarios:

  1. Nada mas cierto que la suma de fugacidades igualan la consistencia. Me ha gustado mucho. Un fuerte abrazo.

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  2. Una actualidad efímera que sucede a otra que toma el relevo de otra… el transcurrir del tiempo: la vida misma. Qué buena definición.

    (Se le ve decidido, con muy buena disposición… Podrá, seguro.)

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  3. Emejota, me alegro si te ha gustado la serie. Con frecuencia pensamos que cada acto es definitivo, cuando no es sino efímero y débil. Su consistencia es su carácter precisamente relativo y fugaz.

    Un abrazo.

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  4. Tú lo dices bien, RPP. Supongo que definiciones se pueden hacer las que se quiera. Las propiedades de las palabras y de los argumentos lo propician. Su precisión es otra cosa. Su verdad siempre pendiente de que sea desbordada por otra verdad.

    (¿Así que se le ve decidido, eh? E imparable)

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  5. Hola, encantada de conocerte.
    Me parece que tienes un blog muy original así de entrada; me ha resultado muy llamativo y bonito.

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  6. La fugacidad de las cosas, lo efímero...me ha gustado leerte, te felicito
    Un abrazo
    Stella

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  7. Bienvenida, Sara. Eres amable en tu punto de vista. Escuchar y mirar los objetos -el paisaje, un elemento de la pared, una hierba, el agua, un ángel...- genera conversación con ellos. A veces me limito a oir lo que hablan.

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  8. Stella, gracias. Eso mismo que indicas -fugacidad, evanescencia, lo pasajero- es lo que somos y tocamos cada día, ¿no? Pero está ahíto de intensidad.

    Vuelve cuando desees. Un abrazo.

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  9. Mariette estuvo por aquí y le encantó los angelotes, los árboles y las letras que acompañan a todos. Vuelvo.

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  10. Mariette, espero que Mariette siga pasando, aunque sea de pasada, y le encante o no más adelante, soporte estas imágenes y estas letras, algunas veces crípticas.

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  11. Estoy sorprendido y encantado. A veces no se sabe como llega uno a sitios como este. Voy haciendo click sobre los seguidores de un blog, que enlazan a otro y así. Y lo más excitante es encontrar un pequeño oasis en este viaje virtual por montones de caras desconocidas. He parado un rato y me quedo aquí. En este lugar donde se leen cosas realmente preciosas en muy pocas palabras. Una delicia.
    ¡Enhorabuena! No sé muy bien por qué. Si tienes el don de crear belleza con las palabras quizá felicitarte sea un error. O quizá sea una manera de reconocerte que has llevado el talento, o ese pequeño don, a la creación de un trocito de belleza. Me ha encantado lo leído.
    Un abrazo

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  12. a mi los ángeles siempre me han producido intranquilidad, pero me gusta el efecto que hace con el texto..

    Me gustó tu blog, un descubrimiento.

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  13. Tú me sorprendes a mi, Pigmalión. Ya veo que eres hombre amante de la ópera y yo apenas un diletante de oído, que apenas sabría situar el tema. Sí, el mundo de los blogs yo lo veo desde el punto de vista de la sorpresa y la satisfacción. Creo que sobre la técnica, el negocio de las empresas que los ponen en circulación y las modas podemos instalar un mundo creativo, desinteresado y dialogante. Que circulen ideas e imágenes. Porque las vertientes de la visión del mundo son muchas más y más ricas que las líneas aparentemente inmediatas de la política, por ejemplo.

    Intento ver lo que hay ante mis ojos de otra manera. Dejarme llevar por el objeto (llámalo paisaje, persona o detalle artístico) Sentirme un poco eso otro. Tal vez el juego sirva como aproximación. No hay nada en el mundo que me sea ni ajeno ni carente de vida y de fuerza. Todo tiene un hálito de algo.

    Se trata de situarnos ante lo otro y escuchar. Y percibir.

    Gracias por tu expresividad sincera. Te reconozco.

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  14. Layla, y no te digo que a mi no. Me han producido incluso desprecio. Pero si estos ángeles son los mismos que siempre, ¿por qué ahora me acerco a ellos? Tal vez uno mismo se descubra a sí mismo, al ver las cosas de manera más diversa y diferente a antes: ése es el gran descubrimiento, ¿no te parece?

    No entro en tema de creencia de su representación, Layla. Sólo juego con ellos.

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  15. Ah, y muchas gracias por pasarte, Layla, vuelve cuando desees, y comenta con libertad (Extensivo a todos los que me leáis)

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