Apura la mirada. Los reflejos le atraen. También suscitan su rechazo. Se pregunta si los hombres están condenados a repetir las secuencias constantes de la ficción. En la edad, en el vínculo, en el desgaste. Para unos, el camino es arduo; para otros, accesible; para los más, inevitable. Se asoma buscando la imagen nueva. El sentimiento diferente. La resurrección inaplazable.
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Mi camino es inevitable... sólo algunas veces accesible. Hay cosas que lo allanan muy de mañana. La lectura resucita a los desorientados. Saludos.
ResponderEliminarEstas palpaciones es lo que tienen que los reflejos atraen tanto como suscitan rechazo...Yo, cual si fuera protagonista, me pregunto lo mismo. Si fuera fácil para todos, no sería tan ideal cuando lo es para algunos, pues no habría diferencia y la luz y la oscuridad en ese caso sí estaría a la misma altura, pero tiene matices como no nuevo decir. Yo espero mi resurrección. Me parece ideal, con lo inaplazable que es, me parece que la mía está tardando demasiado, Jean.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me he puesto un culo casi perfecto de avatar, Jean. No te parece? Si de lo que se ve se cría, pues no veas cuervos porque suelen sacar los ojos.
ResponderEliminar:)
Aunque yo no quiero que me nazcan culos en los ojos.
ResponderEliminarNada, que estoy de buen humor a pesar de mis problemas. Al mal tiempo buena cara.
ResponderEliminarE inevitable a veces no llegar a ninguna parte, José Luis. Un saludo.
ResponderEliminarBueno, está bien autosatirizarse, Andri. Así será si así te parece.
ResponderEliminarBuen día.