Palpar es probar. Exponerse a saber lo que da de sí el camino. ¿Por qué antes de verlo se nos representa como una ficción? Tentador dibujo que abre un tímido paisaje. Cuando los postigos apenas han girado. Cuando aún no sabemos lo que hay de traslúcido u opaco al otro lado.
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Great shot.
ResponderEliminarLove the composition.
You've got a great eye.
Thanks, Rick. After the eye is a sensitive eye, mental, warning of where the instant of beauty and surprising.
ResponderEliminarPalpo tus palabras mientras las leo y contemplo.
ResponderEliminarBesos.
Esa otra dimensión...es una incógnita que para ver su translucidez y su opacidad; existe la necesidad de abrir el ojo que es difícil de aceptar, que no todos abrimos o sabemos que abrimos cuando lo abrimos...
ResponderEliminarHay unos cuadro tridimensionales que si uno los mira como es, se abre la puerta y se distingue lo que hay. Tal vez pienso mucho, ya sabes que eso no es nada nuevo.
Si no se te alterara tanto la calma, no me la estarías recomendando tanto. Creo que te desesperas más que yo.
Besos!!
ese momento de intriga yo lo vivo con cautela. Calma tensa. Saludos.
ResponderEliminarCarla, a veces las comprobarás frías, pero hay que palparlas para sopesar su interés.
ResponderEliminarAndri, las dimensiones de dentro de nosotros son las más arriesgadas, y sin embargo hay que descubrirlas.
ResponderEliminarLo de la calma e sun buen deseo que hago con frecuencia a todo el mundo (incluído al mundode mí)
José Luis, tomo nota. Pero no siempre se puede uno controlar. Los años nos aportan cautela, pero hay a veces acontecimientos que nos desbordan y sacan el niño que llevamos dentro. Y entonces la euforia, la algarabía y la aventura se apoderan de nosotros...
ResponderEliminarProbar, siempre hay que probar y palpar los instantes. Esta imagen me invita a abrir esa ventana y buscar un nuevo camino.
ResponderEliminarsaludos.
Lo dices con precisión, Mariola. Nuestro mundo de imágenes nos empuja. Pero llevamos dentro algo más. Puede que las sombras. ¿Y cómo buscamos el camino condicionados por ellas?
ResponderEliminarSaludos.
Ha brotado, como un pimpollo, otro elemento que se me escapaba, nuestro numen infantil ¡sí! Ciertamente el valor de la aventura acompaña nuestros pasos sin sopesar o teorizar sobre la conveniencia de nuestros pasos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese numen, Julio, es permanencia. No nos lo quitamos ni por asomo. Afortunadamente, pienso. Conjura el temor al envejecimiento y, a la postre, a la muerte. O simplemente a la muerte en vida (no sentirse nadie ni nada)
ResponderEliminarSalud.