La alborada no se resiste. Pero el despertar es lento. Es lento porque el cuerpo no se reconoce. Prolonga la ensoñación. Y el sueño vincula de tal manera que cuesta desestimarlo. Reconocerse en la luz no es más auténtico, sino solamente otro estado del ser. El de la presencia admitida por los demás hombres.
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Gracias por dejar que te conozca me has sorprendido muy gratamente.
ResponderEliminarReconocerse con la luz es tomar conciencia de ti mismo. Si no te reconoces los demás no te veran.
Besos desde el aire
Nos han enseñado que la esencia que sostiene al cuerpo es algo separado del mismo...¿¡cómo vamos reconocer al cuerpo!? De qué manera si no es tratado como un todo, todo aquello que nos compone...
ResponderEliminarEl sueño es a los sueños y la realidad también lo es. Muy probable y por eso cueste de desestimarlo. Al resto de lo que dices, que esté de acuerdo o no, no es auténtico, pero lo estoy, que estar es como una presencia.
Y si no me entendieras, no te preocupes, tampoco yo me entiendo cuando hablo. El que no me entiendas, no significa que no te entiendas a ti mismo. Y aunque esta dominicanita lo vincule, nada de esto que te digo es auténtico, sólo pretende dar la sensación o la apariencia de que lo es.
Un abrazo Jean!!!
Esto es para mí: Creo que estaré un tiempo sin estar estando.
No te lo pierdas Jean, está muy bien. Tal vez te guste:
ResponderEliminarhttp://youtu.be/6TDWZXIYvqs
Ciao!!
Hola,
ResponderEliminarhe llegado taradísimo (quería decir tardísimo, pero quizás el lapsus tenga su sentido)... y francamente no entiendo nada de lo que se habla en estas Palpaciones.
Las fotografías son preciosas. Los textos me siguen resultando oscuros... probaré a partir del próximo si no me retraso.
Un saludo.
Juan C.
Hola...
ResponderEliminarMe atrapa, la manera que tienes de escribir, me gusta el vocabulario, me hace pensar... eso me atrapa aun mas...
Gracias por pasar por mi rincón de melancolías.
Saludos.
Cristofer.
Ha pasado un avión en llamas sobre tus palabras.
ResponderEliminarAbrz.
Una de las reflexiones más consistentes que he leído ultimamente. Hoy no puedo destacar ninguna parte. Bellísimo. Veraz. Saludos
ResponderEliminarEl ser sólo tiene un estado y es vivir en la luz.
ResponderEliminarProlongamos nuestra ensoñación porque tenemos miedo a lo desconocido. Hay que esperar para que el despertar se haga desde dentro.
un abrazo de luz.
Gracias a ti, Rosa, por pasarte. Ya veo que eres de las que disfruta haciendo que las palabras vuelen, que las transporte el viento y que no sean propiedad de nadie, sino compartidas.
ResponderEliminarCuando quieras.
Andri. Nos enseñaron muchas tonterías, muchas de las cuales iban vinculadas a las falacias ideológicas de las religiones, y en la que yo conozco de la católica. Fuente de ignorancia, error y pérdida de uno mismo.
ResponderEliminarSigue prospectando, indagando. Todo está abierto. Ya nadie puede cercenar el vuelo del individuo y la libertad que debe experimentar para ser.
Juan C. No te preocupes, entiendo que soy un tanto hermético, pero no puedo evitarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cristofer. Lo bueno de ciertos blogs es que nos permiten el intercambio, la sugerencia, el estímulo, incluso la recreación en palabras e imágenes. Si sirven pues formidable, y si no, pues que permanezca entre la cosecha de cada bloguero.
ResponderEliminarGracias por pasarte.
Sarco. Tu imagen es terrible. ¿Convertirá en bola de fuego mis palabras?
ResponderEliminarGracias y un saludo.
José Luis. Y sin embargo son aseveraciones arriesgadas. Nivel de percepciones particulares. Continua la vida, la exploración, la evolución. Uno trata de expresarlas como puede. Gracias por seguirme.
ResponderEliminarMariola, si me permites, yo más bien diría que el ser aspira a ese estado. Bien debes saber que no siempre se vive en la luz precisamente. Que la sombra es el otro lado de nosotros. Que pesa tanto y nos configura tanto.
ResponderEliminarEn lo demás estoy de acuerdo contigo. Solemos prolongar y proyectar enseñoaciones en nuestra vida consciente, es como si trajéramos lo onírico. ¿Por miedo a lo desconocido? ¿A nuestra debilidad, inconsistencia y límites? Una lucha diaria, donde nos reafirmamos, triunfantes unas veces, fracasados otras. Pero siempre lo que interesa es ser conscientes. Humildemente conscientes.
Un abrazo o un rayo qye atraviese.
Humildemente no siempre...si así fuese, dónde dejas parado el lado oscuro del que hablas? Y se puede estar consciente sin humildad, aunque no lo creas, lo que pasa es que otra forma de ceguera. Y si no, deja que mi argucia entre, a lo mejor y cuela.
ResponderEliminarBesos!!!
Jean, esto, de forma lateral, me trajo a la mente una frase de Saramago que pongo más abajo:
ResponderEliminar"Reconocerse en la luz no es más auténtico, sino solamente otro estado del ser."
"Un hombre no va menos perdido por caminar en línea recta"
Es de El año de la muerte de Ricardo Reis. No sé si lo habrás leído, pero si no lo has hecho, te lo recomiendo mucho. Es... es... Pf! Es increíble.
Susan. ¿Dice eso Saramago? No sabía. Coincido. La línea recta no es la más capaz para saber de nosotros en la geometría interior. Al contrario; el pragmatismo, el compromiso, la aceptación, la entrega ciega...todos esos perfiles de la línea recta que algunos pretenden para asegurar su posición triunfal en la vida...¿les hace conocerse mejor?
ResponderEliminarTomo nota de tu consejo. Abrazo.
Andri. No sé qué responderte.
ResponderEliminar"...otro estado del ser(...)". Me quedo con eso. Somos, diré, una mala copia, una absurda copia de los demás, "los otros soy yo", y si no lo soy ¡a la hoguera, al exilio!
ResponderEliminarSer, ser uno mismo ¡qué difícil! en estas sociedades mediocres donde te enseñan cómo bajar las escaleras o coger la oreja de la taza.
Un abrazo.
No, reconocerse en la luz no es siempre más auténtico, aunque sólo en ella puedan los demás vernos. Donde mejor podemos reconocernos, creo, es en la oscuridad, quizás porque venimos de ella… ¿podría ser? Quizás también por eso a veces la noche nos trae la seguridad que no nos da la luz del día (ni que esto lo estuviera escribiendo un vampiro…) Quizás esos instantes de desconcierto entre el sueño y el despertar se deban a que llegamos de un lugar conocido (a pesar de los fantasmas, de la ausencia, del aguijón del deseo frustrado…) para aterrizar en éste, que no lo es tanto. ¿Será ese lugar el que busca el hombre que deambula por el edificio de la preciosa barandilla?
ResponderEliminarPor cierto, una barandilla así sólo podría estar en un lugar como ese.
Jean, hay supersticiones antiguas que me gustan mucho. No es que crea en ellas, pero… bueno, seguro que ya conoces el dicho.
Y el hombre amó más las tinieblas que la luz...
ResponderEliminarEl comentario de quelle rpp m'agrado.
Lo encuentro interesante.
Lo dejo en nones, que detesto los pares, pero es que los nones también. Y las palabras rebuscada, y las que no rebuscan también, pero las que más detesto son las domingueras. Se salvan las sencillicas, la que diciendo algo con sentido, cualquiera puede creer que no dicen na'.
ResponderEliminarEste lugar, esta casa es pura magia para mí (y mira que odio la palabras magia, pero va bien en algunos casos).
Y me voy. Buen finde!!!
Julio. Somos malas copias los unos de los otros probablemente. Por supuesto, afortunadamente no tenemos necesidad de ser copia de extraterrestres ni de demiurgos inventados. Es el esfuerzo y lo que los hombre pusieron en marcha hace miles de años lo que nos configura. Pero mal que bien, la copia ha ido dando resultado...alterno y desigual.
ResponderEliminarA veces me pregunto: eso de ser uno mismo ¿no será una entelequia? ¿Algo que nunca llegamos a tocar a fondo?
Quelle, qué sugerencias propones. Sí, creo que puesto que venimos de la oscuridad nos priva el anhelo de ver. Pero es en la oscuridad (solemos cerrar los ojos para concentrarnos mejor) donde prospectamos dentro de nosotros, nos buscamos, tenemos ideas y tomamos decisiones.
ResponderEliminarTal vez ese hombre se desplaza buscando, pero no sabe dónde está la respuesta.
Y las supersticiones...¿a cuáles te refieres? Si te refieres a leyendas sobre supersticiones, sí, las hay preciosas. Si te refieres a delegar tu voluntad en simbologías, gestos o santiguarse con aguas benditas...hummm
Andri. ¿Y aquello de que los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz?
ResponderEliminarPara mí lo son...
ResponderEliminarNo, no. Me refería a leyendas, supersticiones, símbolos o costumbres de otras civilizaciones que pasaron por aquí o por allá y nos dejaron su legado. Muchas tradiciones han conseguido desafiar el paso del tiempo para llegar hasta nuestros días casi intactas (e inofensivas), y se siguen conservando y practicando en algunas zonas con total naturalidad (celtas, por ejemplo y sin ir muy lejos).
ResponderEliminarPero nada de delegar voluntades. Al menos a mí, lo que me gusta es conocerlas.
Ah, vale, Quelle. Entonces hablas de tradiciones, rituales y costumbres, más que de supersticiones. A mí me gustan también. Hasta en el lenguaje, lo culinario, la relación con la Tierra o la Naturaleza, la sensibilidad artística...Otras civilizaciones dejaron mucho. No dejaron: aportaron,, edificaron. Todas las culturas son sincréticas.
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