Y esta presencia es también un trazado. Una visión cuadriculada. Paisajes sometidos a la condición de norma y cumplimiento. Palabras incrustadas como espinas. Movimientos que cercenan la raíz. Sentencias que amputan las ilusiones. Hay formas y hay luminosidad, pero reducidas a su mínima expresión. Dispuestas para su acatamiento. Riguroso deviene el amanecer de cada jornada.
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llevo rato , leyéndolo...lamentablemente aun no entiendo, no logra darle interpretación...
ResponderEliminarSi puedes me cuantas sobre este escrito.
Por momentos me suena a monotonía.
En fin.
Saludos,
Cristofer.
Siempre el movimiento pendular de las cosas...
ResponderEliminarLo que escribes me hunde en una cadena de pensamientos que a veces me cuesta romper, y eso es un bueno. Un abrazo.
Paso para revisar, revolver un poco. Permniso para ello. SALUDOS.
ResponderEliminarFeliz día de la amistad,
ResponderEliminary que tengas una bonita semana.
un abrazo.
Nos urge aire diáfano, romper los cortinajes del gran ojo social y desestructurarnos el mecano del amanecer desde el mismísimo cerebro.
ResponderEliminarCuánto me ha gustado (y provocado) leerte, Jean...
Desde esta ventana has hecho muy buena reflexión, hacia lo externo, hacia el mundo de normas y cumplimientos.
ResponderEliminarSupongo que desde "dentro" has obrado igual.
Romper con las normas( aunque a veces hacen falta)viene bien, para abrir esa ventana e inundarnos de luz.
un abrazo.
riguroso y constante. Es incansable el amanecer. Saludos
ResponderEliminarLo siento, Cristofer. Es así.
ResponderEliminarCordial.
Susan. Las cadenas de pensamientos tienen lados buenos y zonas oscuras. Salva la vorágine.
ResponderEliminarGracias.
Escritor. Lugar abierto, o gusta o no gusta. Pero espacio a merced del peatón.
ResponderEliminarGracias y bienvenido.
Ricardo. Pues feliz día, no sabía si hoy era un día especial. La amistad siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lia, por ahí van los tiros. Sobreponernos a lo obtuso del día a día. Más allá de lo que se nos impone es preciso agarrar el toro de la creatividad por los cuernos. Para sobrevivir. Por ejemplo.
ResponderEliminarBienvenida. Un abrazo.
Mariola. Las normas: reglas del juego que tienen que ser flexibles. Las normas: como imposición y coarción hay qe desecharlas. Eliminar el gris de la paleta interior y de las relaciones humanas. (Misión imposible acaso)
ResponderEliminarJosé Luis, qué bien lo expresas: riguroso y constante. También denso.
ResponderEliminarToda la formulación cultural (deporte, moda, entretenimiento, conocimiento, pedagogía, oficios, metodologías, etcétera) ya nos es dada con el "valioso encargo" de no salirnos del redil. ¡Hay que proponer! Por supuesto que para romper reglas, normativas, postulados y teorías, primero hemos de ser MAESTROS en aquello que derribamos. Por algo ciertas "vanguardias" sobreviven muy poco, porque todo se circunscribe en un acto de rebeldía y nada más.
ResponderEliminarGracias por tus reflexiones, Jean.
Un abrazo.
JO, qué bien lo dices. Das en el clavo, Julio. La rebeldía es un paso, pero aunque la motivada por una minoría no cunda, sí que deja constancia, abre algún camino, es una referencia. Lo cierto es que ser maestro en derribar sin saber cómo construir resulta uno de los grandes problemas de la Humanidad.
ResponderEliminarSí.