En la caída de los escalones hay una advertencia. En cada pisada una indecisión. Avanzar en una dirección es rechazar la opuesta. No es posible el retroceso. ¿A dónde conducen los pasos? ¿A la simulación o al hallazgo?
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Cuando queremos avanzar tanto puede que resbalemos, y, por tanto, retrocedamos y nos cueste volver a levantarnos, me ha gustado esta entrada que nos invita a la reflexión.
ResponderEliminarBesos.
De tin marín de dos pingüé, cúcara mácara títiri fue, alza la pata caballo blanco y mira ver quién fue de lolita o josefina...
ResponderEliminarLa voz discordante no dice nada...
Nada mejor que una simetría descompuesta...
No habla la oscuridad si la luz antes no sabe escuchar...
Al caer el hombre por la escaleras...
Sueña que la dirección que toma es la correcta...
La indecisión aplasta su cuerpo en la caída donde avanza en posible retroceso...
La simulación y el hallazgo que se unen son la perspectiva de la confusión.
Andri Alba
Safe Creative Protected.
Escrito ahora mismo, Jean.
Si tus letras no me dicen nada, entonces es que estoy muerta. Si tu ojo todo avisor no me estimula (y yo el otro día, antes de ver el tuyo, me había hecho el mío, pero no lo colgué en mi blog, sino en mi facebook), entonces es que mi alma también murió. Pero si no me dice nada esta serie, que no sea de tu preocupación. No es la mía que otros entiendan lo que digas.
Un abrazo, Jean.
Andri
Al hallazgo, siempre al hallazgo, el asunto es que vemos lo encontrado a través d euna máscara. Un abrazo.
ResponderEliminarUn regalo
ResponderEliminar¿Qué dice la voz que no dice nada?
un sonido hueco viaje en el aire y
eliminando el espacio
lo expande grandemente...
Y en mí veo materializarse la tundra.
Andri Alba
Safe Creative
Me gusta más la subida que la bajada, en éstas si me resbalo y caigo lo hago siempre de culo y lo tengo dolorio.
ResponderEliminarFuera broma, lo importante es la elección.
En las subidas me crezco, siempre encuentro algo nuevo.
Si estás huyendo... a la simulación. Si estás buscando... al hallazgo. Saludos.
ResponderEliminarA mí no me conducen a ninguna parte segura.
ResponderEliminarAbrz.
Carla, en el principio fue el titubeo. Más adelante lo sigue siendo aunque nos persuadamos de que avanzamos con seguridad.
ResponderEliminarBuena noche.
Andri. Ese lenguaje caribeño es fascinante. Me recuerda a Miguel Ángel Asturias. Ya aclararás.
ResponderEliminarPues sí, ya veo que pones el texto con una decisión imaginativa pasmosa. Nada que objetar a tus letras.
Calma.
Susan, o a través de varias máscaras. A veces una máscara no es la ocultación, sino el ritual que retarda el hallazgo. Hay más ritual del que nos imaginamos en el vivir cotidiano.
ResponderEliminarAbrazo.
Andri, te fluyen las letras y desde un trópico desapareces y renaces en la tundra. El sonido hueco obra como vorágine y te traslada, ¿a que sí?
ResponderEliminarIsabel. Nos pasamos la vida pendiente de la elección. Sin saber nunca si será acertada nuestra decisión. Subida y bajada, ida y vuelta, recorrido hacia alguna parte o hacia ninguna, proyección o cerrazón del círculo...geometría de la vida, ¿no crees?
ResponderEliminarJosé Luis, clavas la sentencia. Me adhiero. Saludos.
ResponderEliminarSarco, bienvenido. ¿Las subidas o las bajaras? ¿O el elemento escalera? Obviamente, se puede vivir una existencia llana e ilimitada...
ResponderEliminarLos pasos siempre llevan a un nuevo camino, la decisión está tomada, la elección siempre es la adecuada en ese momento, ya que no hay otro... No sé, este texto da mucho de sí , da lugar a muchas interpretaciones y reflexiones.
ResponderEliminarMe gusta cuando un texto corto puedae sugerir tanto.
un abrazo.
Pues, Mariola, como da lugar a interpretaciones varias, no estoy seguro de que en la práctica los pasos sean siempre tan definitorios. Los pasos pueden conducirnos al error, al no acierto, nunca lo sabemos previamente. Tenemos que elegir, decidir, y nos ponemos en marcha. Pero cuando se está rígido, parado, confuso, se exige movimiento, aun a riesgo de...
ResponderEliminarGracias, sí.
Me ha parecido mágico el asunto de la escalera, ritual, diría, porque en tanto a unos salva subiendo a otros nos ayuda bajando. Muy de acuerdo con la esclarecida opinión de José Luis Martínez Clares. La decisión es importante, pero ¿qué decisión habremos de tomar si bajamos, o qué otra habríamos de tomar si subimos? Presiento que "la escalera tiene mucho que ver" en esta zaga. (Aclaro que he copiado todas las entradas y voy comentándolas una por una, no tengo, lo aseguro, claro nada -aún; ahora tengo tiempo-).
ResponderEliminarUn abrazo.
Julio, no se pueden prometer respuestas ni a la subida ni a la bajada. Como en la vida toda. Según el criterio de uso. Lo que unos sube, otros descienden. Y vice.
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