sábado, 23 de septiembre de 2017

40. Los inversos




En la lejana civilización de Himet-Vat son elegidos para gobernar el país los hombres al revés. También se les conoce en los territorios vecinos como los inversos.

Esta élite, asentada en la antaño fértil urbe de Tell-Ogüz, son una mezcla de magos, sabios, artistas y políticos. Las malas lenguas comentan que dicen que son todo pero que no son nada. Y, en efecto, nadie sabe contar de ellos que hayan realizado descubrimientos sorprendentes, que se conozca revelación alguna de sus conocimientos, que hayan creado alguna obra digna de admiración o que realicen eficaces gestiones que hagan avanzar el Estado que rigen. Sin embargo son un modelo para los pobladores, de tal manera que está creciendo cada vez más el número de estos que desarrollan las artes gimnastas de los inversos. Ya no es extraño encontrar por las calles empobrecidas de Tell-Ogüz u otras ciudades a hombres y mujeres, niños e incluso ancianos, caminando con mayor o menor dificultad con los pies para arriba y la cabeza deprimida, casi hundida en el suelo. De tal manera han tomado como ejemplo la actitud de la casta de los inversos que se han vuelto tan rigurosos, incluso algunos viajeros les denominan intolerantes, que sus cuerpos se están deformando. Así parece que los brazos no les sostienen apenas, la cintura se dobla, la columna adquiere la forma de escalones y los pies bailan ridículos y torpes. Es curioso observar que, por el contrario, la cabeza permanece relativamente altiva, no obstante estar algo encogida entre los hombros, pero en cuanto hablan la vocalización es defectuosa, las palabras salen inconexas y las ideas se desgarran tervigersadas hasta límites insospechados. Nadie sabe con certeza qué futuro les depara. Las ciudades estado que rodean a aquellas que pertenecen a Himet-Vat permanecen a la expectativa y ya muchos empiezan a nombrarlas como la civilización de los saltimbanquis, los equilibristas del infierno o, y este término es francamente despectivo, los arrastrados.

Salta la casilla lo antes que puedas, jugador, no vaya a ser que quedes atrapado en la necia cultura que invierte la cultura y te veas en el trance de convertirte en otro hombre al revés.



(Ilustración de Artemio Rodríguez)



2 comentarios:

  1. Esa casta es la que también domina en estas latitudes!...al menos eso parece hasta ahora.
    =(

    Un abrazo

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