sábado, 14 de octubre de 2017

48. El vuelo efímero




La idea fugaz tiene cuerpo escurridizo y alas que baten para un vuelo corto. La idea fugaz no va a establecer jamás un argumento ni a construir un relato. Su vida efímera la convierte en algo casi imperceptible. Pero si la idea pasajera sabes cogerla al vuelo, si algo de su belleza intrínseca te roza, tal vez sea algo más que un apunte. Hay ideas fugaces que son ciegas, otras apenas atisban una luz, otras, en fin, reclaman tu atención. Entonces retén su existencia un tiempo más. No dejes que se escurra de tus manos antes de que alguna palabra suya revele que está preñada de más palabras. Porque esa idea en tránsito, urgente, sorpresiva vuela sobre palabra y se nutre de otras palabras. Mantenla cerca lo justo y mira dentro de su vientre. Si te ofrece sus criaturas no dudes en adoptarlas. Luego, quieras o no, la idea fugaz se habrá diluido y tú deberás compensar a sus frutos. Así empieza la fuerza de una narración, dijo el anciano Abu-Al'sma-Wuhad a su nieto mientras le enseñaba a leer. ¿Y si la idea fugaz no llega o no me da tiempo a cogerla?, le respondió el niño. El anciano no dudó. A una idea fugaz siempre sucede otra, acaso no tan rápida. Y quién sabe si esa no será más rica.

¿Por qué te quedas ahí pasmado, jugador, si la idea no va a esperarte a ti? Prueba a volar como ella.



(Ilustración de Artemio Rodríguez) 

4 comentarios:

  1. Ya te digo! Si esclavitudes obligan suelo dotarlas de una imagen para que retorne enriquecida.

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  2. Si aislamos el sentido de la percepción del ruido que ensordece y lo abrimos en otra dimensión donde el ruido está bien acompasado tal vez tengamos mas posibilidades de captar ese vuelo efímero.

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    1. El vuelo efímero está ahí, si lo tomamos justo a tiempo y según nuestras habilidades lo plasmamos (escribiendo, pintando, musicalizando...) el goce creativo estará servido. Salud y a por el vuelo pasajero y a la vez creador de otros vuelos.

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