lunes, 14 de agosto de 2017

12. La simbiosis del narrador




Qué grande y crecido te ves allá arriba, sobre el manso y pesado cuadrúpedo. ¿Cuál es vuestra simbiosis? El paquidermo te traslada, fiel y seguro, hasta los paisajes inexplorados. ¿Qué le ofreces tú a cambio? Ah, ¿que le cuentas historias? Él es más sabio y justo que tú y te traslada hasta donde habitan otros hombres. Cuando llegáis a profundas aldeas el animal se para en el solar en torno al que se asientan las chozas. Salen en algarabía los niños primero, después, más prudentes, las mujeres, más tarde los ancianos, tras estos llevan en andas a los impedidos y al caer la tarde los varones cazadores, que vuelven cansados y sudorosos, llenos de polvo y malhumorados porque no han conseguido el trofeo perseguido, se sientan en cuclillas a escucharte. Entonces, sin exigir nada, todos callan. El tiempo es muy flojo en la aldea y nadie tiene prisa. Más bien saben que cuanto más esperan tu palabra mayor es la curiosidad y más emocionante la expectación desatada. ¿De qué les vas a hablar hoy? ¿De lejanos países donde corre el agua a raudales cuando se deshace la nieve en las montañas? ¿De extensiones donde el salitre es todo humedad y no se ve tierra firme? ¿De aldeas gigantescas donde las gentes van y vienen en multitud de oficios y cargas y destinos? No es necesario que la historia sea larga, sino intensa. Ellos solo quieren saber algo que no sea de su inmutable ámbito. A cambio -siempre el juego de concesiones y trueques-  el hombre aquel que está tirado en un rincón, enclenque y de edad imprecisa, que no se hace ver, se alzará sobre su demediado cuerpo enjuto y relatará, con voz débil pero exacta, la historia de su pueblo como si fuera la más importante y rica del mundo. Y tú, hombre elefante, cuando vayas a otros lugares la tendrás ordenada en tu pensamiento y la narrarás también.

No es obligatorio detenerte en exceso en esta casilla, pero si eres un jugador que prefiere soñar, no corras en echar el dado. Si como jinete del gran animal que es el relato te sientes a gusto en la aldea perdida, no desestimes la ocasión de conocer otras vidas.



(Ilustración de Artemio Rodríguez)


2 comentarios:

  1. Precioso. Me encantó leerte.
    Un enlace nuevo para visitar.
    HAPYTATA.SIMLESITE.COM

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  2. Gracias, miraré de qué va. Saludo.

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