martes, 8 de agosto de 2017

7. Cayado y mayal



Se cuenta que cuando Lord George Herbert de Carnarvon se encontró con Howard Carter en el Valle de los Reyes soltó aquella frase ya tópica: el doctor Carter, supongo. No sé por qué tengo la impresión de que me equivoco de aventura, de episodio histórico y de territorio africano, o simplemente de cita. Seguramente dará lo mismo, porque en torno a cada acontecimiento es frecuente que se haya montado una leyenda. Leyenda sobre leyenda suele ocurrir que a los niños en sus nidos de acogida escolar y a los universitarios en sus doctas madrasas se les diga cualquier cosas menos lo que realmente ocurrió. Y así andan todos ya de mayores de confundidos y de creer saber cuanto no saben. Yo recomendaría saltar cuanto antes esta casilla del juego. Los faraones convertían en esclavo a todo bicho viviente que capturaban. Una práctica  -y un negocio-  frecuente en aquel tiempo en otras culturas y que se institucionalizó para las sucesivas, incluyendo estados que aún no habían nacido ni estaban unidos. Naturalmente quien dice faraón dice casta sacerdotal, funcionarios públicos, recaudadores, escribas, ejército y arquitectos. Así que huya cuanto antes del número 7, porque una de dos: o se arriesga a que con carácter retroactivo se vea convertido en un despojo de mano de obra gratis o bien pueda ser víctima de una maldición. Si Lord George Herbert de Carnarvon llegó a probar, como dicen, de ésta última siempre será un enigma y, obviamente, una leyenda más. Lo que se ha comprobado históricamente es la existencia de la otra maldición, el esclavismo, que, más allá de los dictados faraónicos, ha llegado hasta nuestros días. Sí, aunque se les denomine de otra manera a los parias de la tierra de nuestro tiempo.



(Ilustración de Artemio Rodríguez)



4 comentarios:

  1. Un concepto del 7 la mar de clarividente, y eso que la torah le atribuye poderes mágicos...ufff....pies pa qué os quiero!! Su clave lejos de romanticismos envueltos en mantos de justicia: reflejar lo ajeno y apropiarse de ello!! Claro que ese es el origen de todo aprendizaje , no??? Cuanta pena tomar conciencia de la trastienda psíquica tanto social como personal y afrontarla.

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  2. Eyyy creo que no es justo que nos pongas a los arquitectos en la misma casta dictatorial que los faraones! jeje Suscribo tu visión sobre no aceptar por cierto todo lo que nos venden como historia oficial. Los límites entre lo comprobable y las suposiciones son muy sutiles.
    Un abrazo

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  3. Jaj, tenían mucha influencia, al menos los más jefes de arquitectos entre los demás. Si repaso todo lo que me contaron en la carrera no sé si quedará alguna versión en pie hoy día.

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