miércoles, 2 de agosto de 2017

De oca a oca, 1



Esta vez el ángel fantástico, hijo de la ilustración y del sonido sordo de la naturaleza, no anuncia con su trompeta fatal el fin de los tiempos, sino el principio. Tampoco es el principio de todo, pues antes está el cero, al que no se le reconoce. En la contabilidad humana, el cero delante de una cifra no cuenta, eso dicen. Pero en el Universo, ese cero es el caos, de donde procede todo, incluso su antítesis, el supuesto orden. El ángel sabe que caos no es vacío. De sobra conoce que del cero venimos y al cero vamos, todos y cada uno de los individuos de cualquier especie. Pero el ángel mutante aparece para proponer un juego, puesto que el juego, y ya nos lo irá revelando él mismo, es la única alternativa posible para sobrellevar la ardua contabilización de nuestros pasos.


(Ilustra Artemio Rodríguez)

2 comentarios:

  1. Me gusta ese texto Jean, muy razonable y razonado; quizás por ello siempre afronté sin darme cuenta la vida como un juego. Con semejante actitud a uno le tachan de afortunado y feliz, incluso de loco de remate cuanto menos. Dicha definición lleva implícita demasiadas cuestiones oscuras que automáticamente el tiempo pasado sobre este planeta me permite ignorar olímpicamente y remitirlas mental y automáticamente a quien las pronuncie. Verbalmente no merecería la pena porque resulta seguro que no estaría capacitado para entender. No arrendaré la ganancia ni sentiré pena alguna por quienes se atrevan a juzgar. C'est le jeu de la vie aunque no me guste un pelo. Por cierto, la segunda parte: "y tiro porque me toca", resultaría falso, quizás me valdría mas "y tiro porque me tocan"....que diría algún o alguna "intocable" que se pique porque aún sienta la vida tocándole. ¡Menuda putada!

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    1. Rizando el rizo de la frase tópica te doy la razón. Nos tocan y nos toca son complementarios.

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